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domingo, 22 de diciembre de 2013

Las Siete Eternidades

Las Siete Eternidades

Extracto de la obra del Maestro Samael: Mi Regreso al Tibet.

El espacio está lleno de universos, mientras algunos sistemas de mundos salen de la noche profunda, otros llegan a su ocaso, aquí cunas, más allá sepulcros. Antes de que amaneciera este GRAN DIA en el cual vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser, ¿qué existía? El Rig Veda contesta diciendo:

No existía algo, ni existía nada;
El resplandeciente cielo no existía; 
Ni la inmensa bóveda celeste se extendía en lo alto.

¿Qué cubría todo? ¿Qué lo cobijaba? ¿Qué lo ocultaba? 
¿Era el abismo insondable de las aguas? 
No existía la muerte; pero nada había inmortal.

No existían límites entre el día y la noche, 
Sólo el UNO respiraba inanimado y por sí, 
pues ningún otro que EL jamás ha habido, 
Reinaban las tinieblas y todo el principio estaba velado.

En oscuridad profunda; un océano sin luz; 
El Germen hasta entonces oculto en la envoltura, 
hace brotar una naturaleza del férvido calor.

¿Quién conoce el secreto? ¿Quién lo ha revelado? 
¿De dónde, de dónde ha surgido esta multiforme creación?

Los Dioses mismos vinieron más tarde a la existencia.

¿Quién sabe de dónde vino esta gran creación? 
 Aquello de donde toda esta creación inmensa ha procedido, 
Bien que su voluntad haya creado, bien fuera muda,

El más elevado vidente,
 en los más altos cielos, 
Lo conoce, o quizás tampoco, 
ni aún El lo sepa.

Contemplando la eternidad... 
Antes que fuesen echados los cimientos de la tierra.

Tú eras. 
Y cuando la llama subterránea 
Rompa su prisión y devore la forma, 
Todavía serás Tú, como eras antes, 
Sin sufrir cambio alguno cuando el tiempo no exista.

¡Oh, inteligencia infinita, divina Eternidad! 

(Del Rig Veda, hace más de 4,000 años)


Samael Aun Weor, Mi Regreso al Tíbet